Santiago Kovadloff es un hombre de la cultura que se ocupa de hacer didáctica, no sólo en sus cátedras sino en cada artículo que escribe y en cada entrevista que concede. Su vocación docente está presente y se le advierte el regocijo de brindarse con generosidad compartiendo sus conocimientos, producto de años y años de lecturas reflexivas.
Contrariamente
a las disciplinas a las que se dedica, traducciones, ensayo
filosófico y poesía alejadas de los gustos populares, Kovadloff es
consultado en los medios radiales y televisivos para expresar sus
opiniones como un referente importante de la comunidad.
Pluralista,
demócrata, cultivador de una actividad humana poco transitada como
es el escuchar al Otro, expone sus ideas analizando y proponiendo
pensar, sin fanatismos y aleccionándonos sobre las ventajas del
sentido critico, los favores del disenso y las oportunidades que nos
brinda la concertación.
Según
sus propias palabras, la Argentina desde hace 200 años arrastra una
cultura de la fragmentación. Rechaza la falsa dicotomía entre el
silencio o la obsecuencia servil y rescata el acto de escuchar en su
valor revolucionario. Escuchar, dice, es peligroso, porque si uno
escucha puede entender y si entiende tiene que abrirse a la
posibilidad de unirse.
Como
periodista escribe
habitualmente en el diario La Nación, también colabora con
la Sociedad Hebraica Argentina así como con las revistas católicas
Criterio
y Communio,
dejando en claro su versatilidad intelectual.
Es
invitado para dar conferencias en distintas partes del mundo y ha
sido distinguido como Profesor Honorario de la Universidad Autónoma
de Madrid, miembro de la Real Academia Española, de la Academia
Argentina de Letras y de la Academia Nacional de Periodismo.
Asimismo, ha sido reconocido en varias oportunidades por el gobierno
de Portugal por su labor como traductor y antólogo de sus poetas.
Un
párrafo aparte merece la traducción y difusión de la obra de
Fernando Pessoa, poeta portugués que está entre los mejores vates
de la poesía occidental del siglo XX, también ha traducido a
Vinicius de Moraes, Mario de Andrade, Manuel Bandeira, Murilo Mendes,
Carlos Drummond de Andrade,
Machado de Assis, João Guimarães Rosa y Mario de Sá-Carneiro.
Recientemente,
fue destacado por la Masonería Argentina con la Orden al Mérito por
su “labor
en favor de la paz y la concordia, la armonía y tolerancia entre los
hombres de diverso pensamiento, y sus esfuerzos en pos del
crecimiento cultural de los pueblos, razones que concuerdan con su
frase: “Mi sueño es que
la Educación sea una política de Estado, y que prescinda de
cualquier Gobierno”.
Como autor tiene una vasta obra tanto
en poesía como en ensayo, de sus muchos títulos uno de los últimos
es “La nueva ignorancia y Sentido y Riesgo. Dos miradas”. En el
cual desentraña la posición de ignorancia frente a las nuevas
tecnologías y la doble vertiente de la vida cotidiana ya que no
podemos vivir sin previsibilidad ni con la ausencia de ella.
Ha
escrito además libros para niños y junto a Marcelo Moguilevsky
(piano, saxo y percusión) y César Lerner (flauta y acordeón)
realiza espectáculos en los cuales recita a poetas de su preferencia
(ya lo hicieron con Pessoa, Cortázar y Borges) con la musicalización
de los artistas nombrados.
Omi Fernández
Omi Fernández
Del
libro Ruinas de lo Diáfano (Nuevo Hacer – Grupo Editor
Latinoamericano – Buenos Aires, 2009, 57 págs.) compartimos dos
poemas: Encuentro y Precisiones.
ENCUENTRO
Me
encanta,
de
vez en cuando,
estar
a solas conmigo.
Los
fantasmas
pueden
ser
una
grata compañía.
PRECISIONES
Me
gustan las puertas que gimen,
los
goznes quejumbrosos,
las
tablas del piso que ceden y crujen,
esas
letras de hierro devoradas por la herrumbre,
el
moho y su verdor, la ruina de lo diáfano.
Nada
está a salvo de la vida.
Porque
es vida
lo
que cava, quiebra y oscurece;
vida
la humedad,
los
hongos que florecen
en
los altos ángulos pasivos;
vida
lo que roe, vida lo que hiere,
vida
ese aliento ciego y sucio
que
se filtra en la madera y la deshace,
en
tu piel y la seca,
en
el pétalo y la agota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario