martes, 15 de octubre de 2013

¡¡¡Feliz día nos deseo a las que ya somos madres y a las que pronto lo serán!!!


El día de la madre como celebración a la mujer que nos da la vida, sin importar credos, es relativamente moderno, pero sus orígenes se encuentran en la antigüedad.


Los primeros registros pertenecen a la mitología egipcia y estarían referidos a la diosa Isis, también llamada : "Gran maga", "Gran diosa madre", "Fuerza fecundadora de la naturaleza", "Diosa de la maternidad y del nacimiento", etc. 

Cuenta la mitología que Isis estaba casada con Osiris, faraón muy querido que gozaba de paz y fecundidad pero quien, en un momento, decide conocer otras tierras y otras gentes dejando la responsabilidad de gobernar en manos de su esposa. Su hermano Seth, enfermo de celos por considerar que a él le correspondía ese honor, mata a Osiris y lo arroja, dentro de un cofre de metal sellado, en el río Nilo. Isis, entonces, inicia un largo peregrinaje por todo Egipto con su hermana Neftis, hasta encontrar el cuerpo de su amado. La furia de Seth al enterarse de que lo había logrado, lo llevó a robar el cadáver y cortarlo en 14 pedazos. Isis ayudada por Anubis y Neftis, los une reconstruyendo a Osiris y logrando con ello autofecundarse, dando a luz a Horus, el que al crecer derrota a su tío Seth, vengando a su padre. 

Por las penurias que sufrió Isis hasta conseguir tener un hijo de su esposo, se la consideró la madre de los faraones y en su honor, se celebraba anualmente un festival que sería el primer antecedente del día de la madre. 

En la mitología griega se festejaba el día de la madre con referencia a Rhea (la tierra), progenitora de tres dioses muy importantes como son Zeus, Poseidón y Hades.

Luego, los romanos al conquistar Grecia, resultaron invadidos por la cultura del pueblo perdedor y deslumbrados, se apropiaron de sus dioses y les cambiaron el nombre: Rhea fue Cibeles, Zeus se llamó Júpiter; Poseidón fue Neptuno y Hades se llamó Plutón.

Mucho después, la iglesia católica tomó ese festejo pero dirigido a la virgen María, madre de Jesús y, por tanto, esencia de la maternidad. 

En Inglaterra en el siglo XVII se instituyó el día “Domingo de las Madres”, los niños iban a misa y regresaban a sus hogares con obsequios para ellas, también se les daba el día libre a los sirvientes para que pudieran visitar a sus madres una vez al año sin perder la paga por ese día no trabajado.

En la actualidad, tanto occidente como oriente rinden culto a esta festividad dedicada a las madres con un criterio mucho más humanista. 

En EEUU, los antecedentes se remontan al siglo XIX a la figura de Ana María Reeves Jarvis, del oeste de Virginia quien agrupó y organizó a las mujeres para que se ocuparan de ayudar a los heridos durante la guerra civil y, finalizada esta, se convirtió en una gran activista antibélica. Su hija Anna M. Jarvis (1864 – 1948), a la muerte de su madre, abogó por establecer un día fijo en el cual se commemorara a todas las madres en todos los hogares, lo que se logró con la aprobación del Congreso de EEUU en 1914.

Asimismo, Julia Ward Howe en 1870, apesadumbrada por el fratricidio que significaba la guerra civil decidió hacer un llamado a todas las madres de su país para que se pusieran de acuerdo para terminar con esas muertes, iniciando una campaña que luego continuaría Anna Jarvis.

También en oriente se festeja este día. En el mundo árabe el puntapié inicial lo dieron los hermanos Mustafá y 'Ali Amin fundadores del periódico Ajbar Al Yawn. Ellos comenzaron a recibir cartas de lectoras que se quejaban de que sus hijos no las veían, como respuesta a esas cartas, escribieron una columna exhortando al festejo y argumentando que ya occidente lo había implementado, por lo tanto, el Islam que tanto alentaba la relación de madres e hijos no podía estar ausente. El trabajo de los hermanos prosperó y desde 1956, en todo el mundo árabe se festeja el día de la madre el día 21 de marzo.

En la actualidad, es una fiesta conmemorada por todo el planeta. Aunque las fechas varían en cada país, no quedan dudas que la figura de la mujer que da vida y amamanta a su bebé, es venerada por todos, hombres y mujeres, desde siempre.
En nuestro país el día acordado es el tercer domingo de octubre, en los últimos años y debido a los cambios que ha sufrido la estructura familiar tradicional, muchos han querido considerarlo el día de la familia, pero esta idea no prosperó.

Es indudable el valor que la familia en su conjunto tiene en el desarrollo y logros de cada ser humano pero la función de la madre es esencial. Generosa, dedicada y paciente, nos va acompañando desde que nos formamos dentro de su cuerpo, hasta el momento que nacemos y a partir de allí, nos amamanta, es decir, nos nutre con su cuerpo. 

Es el ser que nos enseña a cruzar la calle, que nos observa para ayudarnos a conseguir lo que nos interesa, quien se preocupa por nuestro bienestar incluso en detrimento del suyo. Es la persona que nos lleva de la mano al primer día de colegio, y que seguirá pendiente de nosotros hasta el día de su muerte, por eso, no es casual que en todos los países se les rinda homenaje, sin importar geografías, ni credos, ni situaciones socio económicas. 

Cada uno de nosotros ha sido premiado con esta relación que es quizá la única en la cual no existe la desconfianza, pueden existir diferencias de criterios, desavenencias por caracteres no complementarios, peleas y reconciliaciones, pero siempre estaremos seguros de que es la persona en quien nos podemos apoyar, con quien compartimos los mejores y los peores momentos de nuestras vidas.

El domingo es el día que ellas se han ganado y los hijos, las agasajaremos como se merecen si tenemos la suerte de tenerlas con nosotros, y si no es así, las recordaremos con el mismo amor que ellas nos brindaron, porque aunque no estén fisícamente junto a nosotros, en nuestro mundo interior sabemos que nos siguen acompañando.-

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