¡Barrio
de Belgrano!
¡Caserón de tejas!
¿Dónde está el aljibe,
dónde están tus patios,
dónde están tus rejas?
¡Caserón de tejas!
¿Dónde está el aljibe,
dónde están tus patios,
dónde están tus rejas?
Estos son
los primeros versos del vals Caserón de Tejas
que escribiera Cátulo Castillo con música
de Sebastián Piana dejando, con pocas palabras, testimonio del
barrio de su infancia y adolescencia.
Tanto el
tango como el rock nacional, han dado excelentes poetas, otrora
llamados “letristas” por los poetas académicos que, sin embargo,
tuvieron que aceptar la calidad de esos versos que surgen del ámbito
popular y llevan la impronta de lo genuino. Enrique Santos Discépolo,
Celedonio Flores, Homero Manzi, Eladia Blazquez, Luis Alberto
Spinetta, son ejemplo de ello.
Hijo de un
anarquista declarado y perseguido por las autoridades, emigró a
Chile junto a sus padres. En 1915 regresó a Buenos Aires y continuó
sus estudios musicales de piano y violín.
En 1927
viaja a Europa como pianista y director de una orquesta que incluía
a músicos de la talla de Miguel Caló,Roberto Maida, Alfredo y
Carlos Malerba,etc.
Cátulo
Castillo había nacido un 6 de agosto de 1906, fue profesor de teoría
y solfeo en el Conservatorio Municipal de Música y Presidente de la
Comisión Nacional de Cultura y Presidente de SADAIC.
Cátulo en
esencia fue un poeta y de los grandes, lo prueban los tangos y
canciones que han sobrevivido cien años baste mencionar sólo
algunas como: María y La última curda, en
colaboración con Anibal Troilo; Organito
de la tarde, Caserón de Tejas, con música de Sebastián Piana, Silbando (en colaboración con su padre José
González Castillo) figura muy importante en su vida tanto en lo
familiar como en lo profesional.
Tambien en el '63 escribe la letra de El último café, con música de Atilio Stamponi.
Tambien en el '63 escribe la letra de El último café, con música de Atilio Stamponi.
Murió
en Buenos Aires el 19 de octubre de 1975
Publicado en La Redonda (Junio 2014)