viernes, 12 de diciembre de 2014

CHESPIRITO y sus creaciones

La muerte de Roberto Gómez Bolaños, no es fácil de aceptar por la mayoría de nosotros ha visto con sus padres y luego con sus hijos los capítulos de esa gran comedia humana que es “El Chavo del 8”, por mencionar el personaje más exitoso de todos los que ha creado este escritor, guionista, compositor, actor y productor de programas para televisión cine y teatro.

Sabemos que ya había cumplido 85 años, como también que sus creaciones dejan ver a las claras que siempre mantuvo su alma de niño.

Casado en primeras nupcias con Graciela Fernández, de esta unión nacieron  seis hijos, muchos de los cuales, aún niños, aportaron con sus ademanes, actitudes y comportamientos las características que luego adquirirían los personajes de su padre.

Lo apodaron “Chespirito” porque el director de cine Agustín Delgado  con quien trabajó en varios guiones dijo que por su escritura era como Chekspir (fonética de Shakespeare) pero por su altura era pequeño, por lo que quedó el pequeño Chekspir o Chespirito, que es como fue llamado durante toda su carrera.

Al crear al personaje del Dr. Chapatín y adjudicarle la repetición de la palabra “chanfle” no reparó en la coincidencia, pero luego de que un periodista se lo hiciera notar, a todas sus criaturas les dio nombres que empezaban con “Ch”, así fue el Chavo, Chapulín Colorado, el Chómpiras,  Chaparrón Bonaparte, el Chanfle, etc.

De todos sus personajes los que más impactaron en la memoria de la gente fueron el Chapulín Colorado y el Chavo del 8. En el primer caso, se trataba de una parodia a los superhéroes, y en su presentación se decía: “Más ágil que una tortuga… más fuerte que un ratón… más noble que una lechuga… su escudo es un corazón… es ¡El Chapulín colorado!”. Esta definición no deja ninguna duda sobre los poderes (supuestos) que tenía así como de los seguidores (que creía tener)  pero resultaba un superhéroe para los niños que se identificaban con sus buenas intenciones y sus debilidades, aparecía cuando las personas en una situación que no podían resolver decían: “Y ahora… quién podrá defenderme?”  estas palabras tenían un contenido mágico y lo activaban, entonces aparecía con la respuesta: “Yo, el Chapulín Colorado”.

Sus frases se han incorporado al habla popular no solo de México sino también de otros países de Latinoamérica, como por ejemplo: “síganme los buenos”, “no contaban con mi astucia”, etc.

El otro personaje entrañable que creó es el Chavo del 8, que surgió en el año 1971 como un sketch de programa humorístico, y aunque en ese momento Chespirito no pensaba actuarlo las circunstancias lo llevaron a que lo hiciera, logrando un éxito tal que al poco tiempo el Chavo tenía su propio programa. Sus características principales son la ingenuidad y el optimismo que le permite tener fe en la gente pese a no poseer nada. Es un huérfano que sueña con tortas de jamón y queso y muchas veces tiene que robarle comida a los otros niños porque el hambre le aprieta el estómago. Pero a pesar de esta situación de indigencia, carece de resentimientos y desconoce la envidia.

Su permanencia en pantalla se mantuvo por muchos años, hasta que su autor decidió dejar de escribir más historias de este niño con mucho amor a la vida y  fe en las personas pero el personaje ya había penetrado en el corazón de la gente, como las grandes creaciones que son síntesis de tipologías emocionales y humanas logró captar la atención de su generación y de las nuevas generaciones.

Chespirito creó un personaje tan cálido y tierno como el que su ídolo Charles Chaplin había creado con su “Carlitos”, y lo homenajeaba a menudo haciendo la imitación  en sus programas, toda vez que podía.

Uno de los capítulos difíciles de olvidar es “Don Ramón atropellado” en el que  el Chavo jugando con Quico se mancha con kétchup y le hacen creer a Doña Clotilde que está muerto. Todos muy compungidos se ubican en fila india aportando sus ahorros en una gorra que Don Ramón va pasando, mientras lloran y pronuncian palabras de condolencia por el pobre Chavo del 8, con el fin de hacerle un funeral. La escena lo conmueve a él mismo hasta tal punto que el mismo Chavo se conduele y sale de su lugar secreto (el barril de vino ubicado en el patio)  a poner veinte centavos que “Ron Damón” agradece pero casi inmediatamente registra que es el Chavo y lo empieza a perseguir. Al mismo tiempo los demás también se sienten estafados, especialmente Doña Florinda que la toma con Don Ramón, quien huyendo de los golpes, sale corriendo y es atropellado en la calle. El capítulo termina con el Chavo y Quico sosteniendo una historieta para que la lea Don Ramón que está vendado por todos lados.

Los actores que iniciaron la serie televisiva siguieron interpretando a sus personajes hasta el final excepción hecha de tres de ellos. Angelines Fernández que interpretó Doña Clotilde porque falleció en 1994. Luego  Carlos  Villagrán (Quico)  y  María Antonieta de las Nieves (Chilindrina) quienes quisieron actuar los personajes en programas televisivos separados de Gomez Bolaños, éste se negó aduciendo que él los había creado y tenía todos los derechos de autor, los conflictos llegaron a los tribunales donde Villagrán perdió y no pudo interpretarlo  y de las Nieves ganó a medias y a partir de ese momento compartió los derechos con Chespirito.


Florinda Meza, actriz que dio vida a Doña Florinda (el ama de casa siempre con ruleros y delantal) fue el amor de Gómez Bolaños, vivieron juntos por 30 años y contrajeron matrimonio recién en el año 2004. Trabajaron siempre juntos y no tuvieron hijos propios y vivieron los últimos años en Cancún, México. 

Publicado en Revista Aquende Diciembre 2014